Río sin retorno

Película de 1953 dirigida por Otto Preminger. Un hombre llega a una ciudad minera del oeste americano para recoger a su hijo y establecerse en una granja de la zona. Sus vidas se ven alteradas cuando llega por el río una balsa con una pareja que quiere llegar a la ciudad urgentemente para registrar una mina que el joven ha ganado en una partida de cartas. Entretenido western que Preminger rueda para el lucimiento de Marilyn Monroe. La trama es interesante, con aventuras, bonitos paisajes, buenos y malos clásicos, etc, pero desarrollada con un pobre guión. A pesar de esa premisa y la calidad que este director imprime, deja la sensación de haber podido ser bastante más pues parece que se limita a mostrar varios números de la mítica sex-symbol y a unas pocas escenas de acción, cuando podía sacar más provecho del argumento. La peor impresión se recibe en los planos en los que los protagonistas van en la balsa, pues están rodados en estudios y la calidad final deja mucho que desear. En cambio, las localizaciones son maravillosas, mostrando esa región del Canadá, Alberta, que es una joya de la naturaleza. También es un placer ver a Robert Mitchum en un papel de duro y valiente pero honesto y sensible. Entretenida e inusual cinta del oeste.