Película de 1989 dirigida por Roger Spottiswoode. Un detective de policía de un tranquilo pueblo decide irse a otra ciudad donde se pongan más a prueba sus habilidades y cuando está haciendo el traspaso a otro agente se comete el asesinato de un conocido. Tenía un perro enorme y parece haber sido testigo, por lo que el detective se queda con él para ver si le ayuda en la investigación. Pero el carácter salvaje del animal hará muy difícil la relación.
Es conocido el potencial cómico de un perro en una historia desde hace siglos. La historia que se cuenta no es especialmente original ni graciosa pero cuenta con dos protagonistas que la hacen divertida: Tom Hanks y el perro. Y es que el famoso actor muestra sus dotes para este género haciendo que el espectador empatice rápidamente y que viva la película de otra manera, pudiéndose así sentir víctima de las travesuras del animal. La trama policial es demasiado sencillita pero el conjunto es entretenido.
Simpática
No hay comentarios:
Publicar un comentario