Película de 1965 dirigida por Terence Young. La organización criminal Spectre consigue secuestrar y apoderarse de un caza militar con dos bombas nucleares. Pide un rescate millonario pero los países no tienen más remedio que aceptar el chantaje. Antes de pagar, su única esperanza es que alguno de los agentes secretos, como James Bond, consiga detectar el paradero de las bombas y así evitar un desastre nuclear.
Cuarta cinta del famoso agente británico creado por Ian Fleming, tercera de Young, en la que vuelve a contar con Sean Connery como Bond. Tiene unas bellas localizaciones en las Bahamas pero la trama y la acción no son tan originales y variadas como las anteriores, es decir, que se nota que la saga empezaba a padecer un poco de agotamiento y seguramente propició un cambio en el equipo para las siguientes ocasiones. Sigue manteniendo el sello característico de la serie y bastante encanto, aunque no al mismo nivel que sus predecesoras. En esta ocasión no cuenta con ningún "malo" de antología más allá de número 1 y las escenas con los tiburones.
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