Película de 1967 dirigida por Lewis Gilbert. El gobierno americano se pone en alerta cuando uno de sus cohetes espaciales es secuestrado en plena operación y piensa que los rusos están detrás. Los británicos ponen a trabajar también a sus agentes, siendo James Bond quien consigue una pista en Japón. Pero la situación se complica y se acerca a una guerra global cuando un cohete ruso desaparece también, pensando que han sido los americanos,
Quinta entrega de la saga del personaje creado por Ian Fleming y que, en el momento, fue la última que protagonizaría Sean Connery porque se cansó del personaje y los productores no accedían a sus peticiones salariales (finalmente volvería para la séptima cinta). En este caso la acción se centra en Japón y se aprovecha esta circunstancia para mostrar parte del exotismo de la cultura nipona. Se mantiene la fórmula de acción, golpes de ironismo y la atracción irresistible del agente. Los efectos especiales de las escenas del espacio han quedado muy obsoletas pero la historia no ha perdido atractivo. Es entretenida y da lo que se espera, aunque no está entre las mejores de la saga. Tiene la primicia de mostrar la cara de su archienemigo, el número 1 de Spectre, encarnado por Donald Pleasence.
Entretenida
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