Película de 2019 dirigida por José María Yazpik. Un hombre que trabaja para un cártel de drogas en Tijuana es enviado a su pueblo natal a recoger un cargamento de cocaína que el piloto tiró del avión por problemas en el vuelo. Se le ocurre pedir la colaboración de sus vecinos dando una recompensa por cada paquete con una excusa poco creíble, pero revoluciona el pueblo con sus dólares. Pero no imagina que este regreso removerá su interior más de lo que pensaba.
Entretenida producción mexicana sobre un hombre que salió de su pueblo natal persiguiendo un sueño y ahora vuelve bajo una amenaza y no sospecha lo que supondrá para él reencontrarse con sus vecinos y sus raíces. Yazpik escribe y protagoniza esta historia sencilla que podría retratar una situación igual de peculiar en cualquier remoto pueblo de este país de enormes desigualdades, y que muestra cómo el dinero de la droga (por muy poco que sea proporcionalmente a lo que acaba valiendo) puede cambiar por completo un pueblo entero. No es especialmente divertida ni tiene acción o un clímax que impacte, sólo es una historia que muestra una realidad, pero realizada con estilo y sin caer en vulgaridades ni atractivos fáciles.
Interesante.
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