Película islandesa de 2018 dirigida por Benedikt Erlingsson. Una mujer tiene una batalla emprendida contra la industria de su país por el daño al medioambiente que causan y se centra en boicotear los tendidos eléctricos. El gobierno emprende una campaña para localizarla por el daño y causa pero ella sigue empeñada en su propósito, a pesar incluso de estar intentando cerrar una adopción internacional y jugarse así su futuro personal.
Curiosa cinta escrita y dirigida por Erlingsson, sobre todo por la historia pero también con un estilo peculiar, como el mostrando "la banda sonora" en las escenas. No es la primera vez pero es muy poco habitual y da un efecto curioso, más desenfadado. La historia se mueve entre la comedia que producen ciertos comportamientos de los protagonistas y el drama que subyace por varios motivos. Deja varios mensajes sobre la sociedad actual y el funcionamiento de la misma, con estilo más irónico que dramático. La sutileza destaca mucho en las formas de este autor y se ve hábil usándola, lo que es el aspecto más destacado. Las localizaciones son estupendas y son parte de la propia trama, estando bien utilizadas. El reparto funciona bien y la cinta se ve con bastante agrado.
Interesante.
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