Película de 1980 dirigida por Brian de Palma. Un psiquiatra recibe las amenazas de una paciente que quiere que le autorice a una operación de cambio de sexo, pues es una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Cree que ha matado a otra paciente suya y que no va a parar ahí. Además, le dice que hay una testigo y que se encargará de ella también. Pero ésta también es consciente de que la siguen.
Thriller psicológico con bastante carga sexual que en gran medida es un homenaje al maestro Hitchcock y, especialmente, a su obra Psicosis. De Palma escribe y dirige una historia donde demuestra que es mejor director que guionista, con un desarrollo algo tramposo pero manteniendo un buen nivel de tensión e intriga. Tiene algunas escenas muy buenas combinadas con otras demasiado lentas, pero su punto más débil es su previsibilidad (a pesar de alguna trampa narrativa) y sencillez de trama. Cuenta con un grupo de actores muy decente, con el gran Michael Caine aunque no aprovechado del todo, con una veterana Angie Dickinson sorprendente para sus 50 años y la joven Nancy Allen. Destaca la bonita banda sonora de Pino Donaggio que resalta en las largas escenas sin diálogos.
Intrigante aunque está envejeciendo mal.
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