Película de 1985 dirigido por Ron Howard. Unos ancianos de una residencia suelen saltar a casa del vecino para bañarse en su piscina. A pesar de que la vivienda vuelve a estar ocupada, siguen haciéndolo y encuentran en el agua una extrañas rocas. Sorprendentemente, empiezan a encontrarse físicamente de forma genial y descubren que los inquilinos son realmente extraterrestres. Todo va bien hasta que éstos tienen que volver a su planeta.
Simpática comedia que entretiene bastante y hace reflexionar sobre los temas que trata. Howard consigue un buen éxito gracias a una cuidada mezcla de comedia y drama sobre la vejez y el amor en general. La historia es bastante sencilla, bonita, efectiva y funciona muy bien aunque el último tercio lo alarga excesivamente y ahonda de forma innecesaria en el drama. Consigue hacer reír con la recién adquirida vitalidad de los ancianos a la par que va tocando temas más sensibles. Una de las claves es el excelente reparto, pues cuenta con algunos de los mejores actores mayores del momento: Don Ameche, Jessica Tandy, Hume Cronyn... quienes demuestran su gran talento. Los acompañan otros intérpretes conocidos como Brian Dennehy y Steve Guttenberg.
Divertida y bonita.
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