Película de 1976 dirigida por Richard Lester. Tras luchar en las cruzadas durante un par de décadas y tras la muerte del rey, Robin Hood regresa a su tierra natal cerca de Nottingham. Encuentra que todo sigue igual, salvo que la mujer que quería es ahora monja. Ve que el nuevo rey y el sheriff de la zona abusan de la población y se refugia con algunos pobres en el bosque de Sherwood.
Lester dirige la versión más melancólica del mito de Robin Hood por lo que no será del gusto de los aficionados a las aventuras y la acción. Nos muestra a un Robin envejecido y bastante desmotivado, lejos del líder que estamos acostumbrados a ver lleno de energía y determinación para ayudar a los desfavorecidos. Por contra, es una persona cansada y desencantada que reflexiona sobre lo hecho en su vida y el sentido que tenía, con el efecto producido en sí mismo y en la mujer que ama. Salvo alguna escena absurda, la película es mucho más realista que cualquiera de su género, totalmente exenta del romanticismo que suele rodear este tipo de cintas. Cuenta con una pareja protagonista de lujo como Sean Connery y Audrey Hepburn mostrando con acierto los sentimientos encontrados de sus personajes. El ritmo es lento para acentuar la situación y estado de los protagonistas, casi sin escenas de peleas ni golpes de humor, centrando toda la atención en sus personajes y sentimientos.
Dramática versión de Robin Hood.
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