Película de 1990 dirigida por Jerry Zucker. Una pareja comienza a vivir juntos e incluso planean casarse cuando sufren una terrible desgracia. En un intento de atraco, el chico es asesinado tan repentinamente que su propia alma no se da cuenta que ha salido del cuerpo. Ve cómo la chica se hunde y decide quedarse con ella, especialmente cuando descubre que el asesino está detrás de algo que tienen y está claramente en peligro.
Después de triunfar codirigiendo comedias disparatadas, Zucker lleva a la gran pantalla una historia ya vista varias veces de un fantasma que convive con su amada. Y donde otros habían fracasado, como el propio Spielberg con Always justo el año anterior, él triunfa rotundamente entre el público y la crítica. Posiblemente se deba a que combina bien la parte romántica con otra de suspense y, sobre todo, un lado cómico muy acertado. Y es que hace un contrapunto muy bueno con el "almíbar" del romance y el drama de la tragedia, convirtiendo la cinta en un entretenimiento muy ameno y hasta con escenas muy divertidas. En este aspecto resulta clave la interpretación de la premiada Whoopi Goldberg con una contribución fundamental en el éxito de la película. Sin ella estaríamos ante otro producto sobre-edulcorado de difícil digestión. La pareja protagonista, Patrick Swayze y Demi Moore, queda algo sosa al lado de la mencionada secundaria pero cumplen su misión de hacer de perfectos enamorados. Otro aspecto que ayudó a que se convirtiera en un referente del cine romántico es una bonita canción de 1965 rescatada muy oportunamente para la ocasión, Unchained melody. Se ve que no está envejeciendo muy bien pero sigue siendo amena gracias a su lado cómico.
Bonita.
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