Película de 1968 dirigida por el maestro Stanley Kubrick. Se narran varios momentos claves de la historia de la humanidad, algunos ya pasados y otros de un hipotético futuro. En particular son tres: los primates que poblaban la Tierra y empiezan a usar herramientas, unos astronautas que investigan un objeto misterioso enterrado en la luna y la primera misión espacial tripulada a Júpiter.
Kubrick asombró con esta cinta de ciencia ficción con la que creó un género nuevo tal y como lo conocemos desde entonces: el espacial (que seguirían Lucas, Scott...). Además de toda la dirección artística que supone crear esos espacios y rodarlos para que parezcan reales, tiene un magnetismo especial con una cuidada selección de silencios, diálogos y música. Es decir, visualmente es impactante por la novedad y la calidad pero también por la decisión de dejar largos silencios o escenas en las que sólo escuchamos piezas clásicas durante minutos. Sin duda que no deja al espectador indiferente, pudiendo quedar maravillado por esas escenas o aburrido.
El inicio de un nuevo género
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