Película de 1935 dirigida por Mark Sandrich. Un joven bailarín americano
va a Londres para actuar. Allí conoce a una vecina de su amigo y productor y se
enamoran rápidamente. Pero poco después ella le confunde con el amigo y piensa
que está casado y, por lo tanto, le está engañando. Así que intenta alejarse y
olvidarle, pero él no entiende lo que ocurre.
Musical clásico con la pareja de bailarines por antonomasia,
Ginger Rogers y Fred Astaire, que tiene como telón de fondo una comedia de
enredo. Esta parte se ve bastante inocentona como lo que representa el fiel
lacayo, pero tiene momentos divertidos que no han perdido su gracia. La
historia romántica funciona bien y, sobre todo, tiene algunos números de baile
inolvidables. Para la historia queda la maravillosa Cheek to cheek, toda una
delicia de música y coreografía. Rebosa elegancia y estilo, pudiéndose disfrutar tanto ahora como hace 85 años.
Inolvidable.
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