Película de 2018 dirigida por Jose Padilha. Un avión de Air France con 248 pasajeros es secuestrado por un grupo terrorista y desviado a Entebbe, Uganda. Enseguida identifican y separan a los judíos, y piden al gobierno israelí que libere a 50 palestinos encarcelados. Aunque la política de este país es no negociar con terroristas, se abre un debate en el gobierno ante la fuerte presión social.
Nueva adaptación de la dramática historia real del secuestro de un avión en junio de 1976 durante varios días con el objetivo de conseguir la liberación de decenas de palestinos encarcelados, así como para motivar la lucha contra Israel. Se trata de una historia real muy intensa, interesante y con muchas lecturas. Una de ellas, el debate político interno del gobierno de Israel está muy bien traído por Padilha. Por contra, el enfoque que hace del propio secuestro, del encierro en Entebbe y, especialmente, el desenlace, dejan bastante que desear y muestran la poca habilidad y acierto del director. El desenlace es un momento increíblemente tenso que Padilha destroza con un pobre desarrollo y con un montaje terrible que lo destroza. Es una pena porque podría haber sido una cinta muy buena pero se salva por la historia y poco más. También falla a la hora de captar la atmósfera que se debió vivir tanto en el avión como en la terminal. Está protagonizada por Daniel Brühl y Rosamund Pike.
Interesante historia pero película fallida.
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