Película de 2011 dirigida por Philippe Falardeau. Tras el suicidio de una profesora en clase, la directora del colegio encuentra dificultades para encontrar sustituto hasta que un señor argelino se ofrece. Aunque algo anticuado, parece que el cambio funciona aunque está siendo muy duro para los pequeños y sus familias. Poco a poco el nuevo profesor va siendo querido por todos aunque con excepciones. Y todos desconocen que no tiene aún la residencia para estar en Canadá y está esperando la decisión sobre su petición de asilo tras una tragedia vivida en su país.
Producción canadiense escrita y dirigida por Falardeau que trata sobre un profesor que pasa por unas circunstancias muy duras y que se pone al frente de una clase de pequeños que también han tenido una experiencia traumática. Se aleja de convencionalismos y clichés con un relato original, sentido y realista que también lanza una crítica sobre la situación absurda que rodea a los niños en muchos países frente a los adultos pues, cada vez más, se obliga a tratarlos "como resíduos nucleares". Tiene la habilidad de no caer en la lágrima fácil o edulcorarla hasta la saturación, consiguiendo un equilibrio nada fácil. El reparto funciona de maravilla, destacando varios niños y al profesor Mohamed Fellag.
Buena
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