Película de 2019 dirigida por Clint Eastwood. Richard Jewell es un vigilante de seguridad muy celoso y orgulloso de su trabajo que, gracias a su actitud, identifica una mochila sospechosa en un concierto y empieza a evacuar la zona aunque no consigue hacerlo completamente antes de que estalle. Rápidamente se le considera un héroe por todo el mundo hasta que una periodista le apunta como posible autor del atentado al filtrarle un amigo del FBI que lo están considerando. De esta forma pasa injustamente de héroe a villano y tendrá que defender su inocencia y honor.
Eastwood repite nuevamente su actual tendencia a llevar a la gran pantalla pequeñas historias reales pero muy llamativas y dignas de ser contadas. En este caso se trata de la injusticia vivida por un joven que intervino en un atentado durante los Juegos Olímpicos de Atlanta y evitó una catástrofe. Muestra la frivolidad de la prensa que mueve masas de personas sin criterio ni cerebro y no se duda en linchar o aupar a alguien sin contrastar absolutamente nada. Igualmente deja en tela de juicio a los agentes federales y muchos otros que acaban bajando la guardia porque no tienen verdadera vocación. Y lo hace con un estilo sencillo, muy directo, dejando que el protagonismo lo tengan los personajes. Éstos están estupendamente interpretados por Kathy Bates, Sam Rockwell, Paul Walter Hauser, John Hamm... Una lección de buen cine alrededor de una conmovedora historia real y con unos actores a gran altura.
Muy buena.
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