Película de 2015 dirigida por Wayne Blair. Tras la caída del Sha de Persia por la revolución islámica de Jomeini, una familia judía que vive en Irán empieza a preocuparse de la deriva del país. Pronto la guardia revolucionaria detiene al cabeza de familia, un prestigioso joyero, con la excusa de que es un espía de Israel, empezando así un drama familiar muy duro.
Adaptación de la novela homónima de Dalia Sofer sobre el drama vivido de una familia judía en Irán al vencer la revolución que depuso al régimen del Sha. Justamente la autora es de familia judía y nacida en el Irán islamista, por lo que conoce bien el escenario, aunque emigró a los EE.UU. de niña. Es una historia basada en hechos reales que retrata la misma época de la excelente Argo, mostrando una vez más el sinsentido de la violencia y el peligro de los regímenes totalitarios. Igualmente enseña cómo el dinero siempre, o casi, está por encima de los valores que dicen mover a los hombres. Es una historia muy interesante en sí misma y por el entorno en que se desarrolla, aunque a Blair le falta mostrar más intensidad en el drama y en los personajes, seguramente lastrado por un guion algo pobre que no saca provecho de la novela. El reparto funciona bien destacando al eficaz Adrien Brody, que deja en la sombra a su pareja Salma Hayek, que no termina de mostrar bien lo que su personaje tuvo que llevar por dentro.
Interesante
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