miércoles, 13 de enero de 2021

A las duras y a las maduras

 



Película de 1998 dirigida por Bryan Spicer. Un rico matrimonio de Nueva York conviene la separación cuando aparecen unos agentes a detenerlos por fraude fiscal. Él consigue hablar con el responsable de su empresa en estos temas y descubre que ha sido éste quien ha hecho el fraude, por lo que decide intentar escapar para aclarar el asunto. Salen de la ciudad y, por accidente, acaban en una comunidad Amish y piensan que es la tapadera perfecta, aunque se tendrán que enfrentar a una vida cotidiana muy distinta a la que estaban acostumbrados.

Comedia para el lucimiento de su pareja protagonista, Tim Allen y Kirstie Alley, que gozaban de gran popularidad gracias a sendas series de televisión. Aprovecha el contraste de la vida en la gran ciudad (y más siendo una pareja de ricos) con la que se tiene en una comunidad Amish para presentar bastantes momentos simpáticos. La mayoría son poco ingeniosos y hasta tontos, salvados únicamente por la gracia de Allen en varios casos. En global es bastante floja y se entiende como un producto para la sobremesa que se deja ver.
Entretenida

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