Película de 1987 dirigida por Richard Donner. Un veterano policía que acaba de cumplir 50 años comienza a investigar el caso de un aparente suicidio de una joven que era la hija de un antiguo compañero de Vietnam. Para complicar las cosas, le asignan un nuevo compañero que regresa tras una baja por problemas mentales de la que algunos piensan que no debería salir. Tras un inicio de relación tormentoso, poco a poco va descubriendo las habilidades de su nuevo compañero aunque sigue temiendo sus inesperadas reacciones.
Cinta policial de los 80 que pronto se convirtió en una película de culto copiada hasta la saciedad. Combina de forma muy hábil un thriller policial interesante con un lado cómico acertado que no es contraproducente con la intriga ni la acción. Este acierto se debe en gran medida al guion de Shane Black, la batuta de Donner y la extraordinaria química entre su pareja protagonista: Mel Gibson y Danny Glover. Ambos encajan muy bien en sus papeles aunque fue el primero el que materializó el éxito al consolidarle en el estrellato de Hollywood. El ritmo se mantiene durante todo el metraje, con algunas escenas de acción y con elementos de intriga de la trama principal, mientras que el sentido del humor no falta, haciendo que sea muy entretenida.
Buena y todo un clásico reciente.
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