Película de 2016 dirigida por Oriol Paulo. Un joven empresario de mucho éxito y reconocimiento es sospechoso de haber matado a su amante al aparecer en la escena del crimen en condiciones muy comprometidas. Sin embargo, su hábil abogado ha sabido poner en cuestión las pruebas y no está clara su acusación. Pero la fiscalía parece haber encontrado un enigmático testigo que puede cambiar el curso de las cosas así que deciden contratar a una experta preparadora de testimonios en juicios para asegurar que lo que cuente ante el juez no tenga fisuras que se puedan volver en su contra.
Estupenda cinta de suspense escrita y dirigida por Paulo. Es un thriller de misterio con bastantes virtudes pero que destaca la perspectiva que toma para contar la historia. Esto es clave para darle el misterio y la tensión creciente, y es que sitúa espectador en la posición de un juez que escucha a testigos o acusado, de forma que la versión que tiene es la de la persona que narra los hechos en ese momento. Esto ya se ha visto con más y menos acierto pero en este caso Paulo lo hace exitosamente para alcanzar su propósito. En este sentido es clave la calidad del montaje para darle el debido ritmo y no perder tampoco al espectador con tanta información distinta sobre los mismos hechos, y aquí funciona muy bien. También la dirección brilla mucho pues las escenas y el desarrollo de la trama están muy logradas y son elegantes. Cuenta con estupendas interpretaciones de los veteranos Ana Wagener y José Coronado, un poco más irregular de la Bárbara Lennie y un mal trabajo de su protagonista, Mario Casas. Es difícil encontrar una interpretación más plana pero imposible recordar una peor entonación, es increíble lo mal que habla y la peor forma en que cuenta las cosas. Con un actor más sólido al frente hubiera sido una obra redonda.
Muy buena.
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