Película de 2017 dirigida por Sean Anders. Un hombre se casa con una mujer con dos hijos pequeños y sueña por ser el padre perfecto. Justo cuando los niños empiezan a aceptarle y valorarle, aparece por sorpresa el padre biológico. El hombre es amable y acogedor pero no se da cuenta que el otro viene a intentar recuperar a su familia y echarle de su entorno. Cuando finalmente reconoce su objetivo, verá que es un competidor realmente duro de batir.
Comedia para aprovechar las habilidades y fama de Will Ferrell en este género por lo que gustará a sus aficionados pero nada a los demás. Básicamente el humor reside en la capacidad de este actor de ponerse en ridículo en numerosas ocasiones. Frente a él hay otro nombre potente en la cartelera, Mark Wahlberg, menos frecuente en este tipo de cintas pero que parece divertirse en ella. El resultado es desigual pues hay escenas divertidas junto con otras muchas muy tontas, incluso cae en lo soez a veces.
Para aficionados al humor ridículo.
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