Película de 2022 dirigida por Graham Moore. Un sastre inglés se establece en Chicago tras la II Guerra Mundial y, sin buscarlo, su taller acaba convertido como un centro seguro de mensajería para una de las bandas mafiosas de la ciudad. Él intenta centrarse en su trabajo, que adora, e ignorar lo que sucede a veces hasta que los acontecimientos le acaban involucrando.
Debut de Moore para la gran pantalla escribiendo y dirigiendo lo que podría bien ser una obra de teatro pues se desarrolla toda la película en un escenario y sólo cuenta con apenas seis actores. Es decir, es un proyecto de pocos recursos y que requiere mucho talento para que no fracase, y realmente supera las expectativas. Tiene un extraordinario guion que sólo se le puede achacar que hacia el final quiere exprimir demasiados giros, pudiendo rebajar la credibilidad y solidez levantadas durante la primera hora y media. La fotografía, dirección artística, música, vestuario y maquillaje son también excelentes y cuidan todo detalle, recreando con elegancia y acierto la época. El grupo de actores deja grandes actuaciones, encabezado por el espléndido Mark Rylance que vuelve a dejar una interpretación muy seria.
Muy buena
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