Película de 2022 dirigida por Lee Sang-yong. Unos policías coreanos van a Vietnam para extraditar a un criminal. Allí se ponen tras la pista de un secuestrador que acaba de matar a su última víctima y que repite así su fechoría. El chico asesinado es el hijo de un poderoso hombre de negocios que ha mandado a mercenarios tras el responsable aunque sin éxito. Los policías ven la oportunidad de atraparlo aunque con las dificultades de encontrarse en un país extranjero.
Entretenida cinta coreana de acción y suspense que aprovecha el buen hacer y fama de su protagonista, Ma Dong-seok en este tipo de roles. Desde el inicio hasta el final tiene un ritmo trepidante con buenas escenas de lucha, golpes de humor y algo de intriga por el caso. Está bien planteada, construida y realizada, dando buena muestra del talento coreano en el género. En algunos momentos parece que los actores sobreactúan pero es más una cuestión cultural que una falta de habilidad. Llama la atención el último tercio porque parece que se verá algo muy repetido pero se hace más original que el planteamiento habitual de Hollywood. Contiene escenas violentas y, en ocasiones, excesivas, aunque no llega a recoger de forma expresa la imagen.
Buen cine palomitero
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