Película de 1997 dirigida por Alejandro Amenábar. Un joven con suerte porque es rico y guapo sufre un terrible accidente de coche que provoca una amante despechada. Sobrevive pero la cara le queda desfigurada, lo que le produce un trauma severo que le costará superar, además de tener una obsesión enfermiza con la chica que se lo provocó.
Segundo largometraje de Amenábar que venía a confirmar que tenía un talento especial para este arte y, concretamente, en el género de suspense. También es autor del guion, una historia original basada en una intriga psicológica que va desarrollando poco a poco para acabar con un final que espera sorprender al espectador. Construye bien el drama, la atmósfera y el suspense creciente de forma que te atrapa pronto y te mantiene enganchado. Vuelve a contar con Eduardo Noriega y Fele Martínez, sumando además a Penélope Cruz y Najwa Nimri, aunque es el primero el que mejor aprovecha el papel. Tiene algunos momentos más fallidos que rompen algo el conjunto pero, en general, está a buen nivel.
Buena.
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