lunes, 28 de mayo de 2012

Anatomía de un asesinato

Película de 1959 dirigida por Otto Preminger. Un joven teniente se entrega a la policía tras matar a un hombre que ha violado su esposa. Contratan como abogado defensor al antiguo fiscal de la población, con buena reputación pero que está algo desentrenado desde que dejó la fiscalía. Al abogado le sorprenden la frialdad e inteligencia del acusado así como el carácter de la esposa, pero acepta el caso. Manífico drama judicial que tiene merecida la fama. Preminger llevó a la pantalla la adaptación de la novela de Robert Traver de una forma hábil y, sobre todo, consciente en todo momento de que estaba haciendo una gran película. Consigue que el espectador empatice completamente con el abogado pero dude con el acusado y su esposa. Presenta a un fiscal algo torpe pero acompañado de un peso pesado en leyes, por lo que le da cierta "imparcialidad" al tratamiento del caso. Todos los aspectos destacan por su calidad: la fotografía de Sam Leavitt, el guión de Wendell Mayes, la música de Duke Ellington, las interpretaciones y la dirección de Preminger, con algunos planos y movimientos de cámara excelentes. El reparto es muy bueno, realizando todo el equipo un gran trabajo: el mítico James Stewart en otro extraordinario papel, el frío Ben Gazzara, la guapa Lee Remick, el estupendo George C. Scott, el espléndido Arthur O´Connell, etc. Imprescindible.

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