jueves, 16 de agosto de 2012

Misterio en el barco perdido

Película de 1959 dirigida por Michael Anderson. Un pequeño barco de pescadores ve en plena tormenta en el Canal de La Mancha un buque que parece ir a la deriva. Se acerca a él y uno de los tripulantes sube para ver lo que ha pasado. Se encuentra con el segundo oficial quien le informa que ha habido un incendio y todos han abandonado el barco, pero se niega a dejarlo sin darle más explicaciones. Consigue embarrancarlo y le pide que diga que se ha hundido hasta que se abra el juicio para que nadie pueda manipularlo, pues tiene graves sospechas sobre lo ocurrido. Thriller marino basado en una conocida novela de Hammond Innes sobre un barco, su misterioso cargamento y, especialmente, el extraño comportamiento de la única persona que estaba a bordo, el segundo capitán. Tiene tres partes diferenciadas: el encuentro del barco, la vista judicial y el regreso al buque para investigarlo. El guión de Eric Ambler es bastante simple pero efectivo creando el suspense, aunque falla un poco en la definición y explicación de los dos protagonistas y su relación. El mayor atractivo es que esta pareja está constituida por dos gigantes: Gary Cooper y Charlton Heston. Ambos están magníficos, con magnética presencia en la pantalla, aunque Cooper está por encima de su compañero. Le acompañan actores del nivel de Richard Harris, Cecil Parker y Michael Redgrave, completando un cartel de lujo. El resultado es una cinta que levanta el interés del espectador para aclarar el misterio y encontrar la explicación al comportamiento del oficial Cooper (porque se cree en su inocencia y honor). Entretenido y con estelar duelo interpretativo.

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