Película de 2003 dirigida por Patty Jenkins. Una joven prostituta conoce por casualidad a una lesbiana en un bar y empiezan una relación de amistad. Pero la atracción entre ambas va más allá y surge el amor, deseando comenzar una vida juntas y dejar atrás la marginación que han sufrido. Como el dinero es una dificultad, tiene que volver a prostituirse y se verá envuelta en una situación extrema en la que acabará matando en defensa propia. Pero eso sólo acabará siendo un punto de inflexión en su vida.
Jenkins escribe y dirige la triste historia real de Aileen Wuornos, una chica que ejerció la prostitución desde muy joven tras haber sufrido constantes abusos desde su niñez y que no pudo empezar de nuevo a pesar de haber encontrado una persona que la quiso de verdad por la frialdad de la sociedad. La directora parece plantear el clásico dilema si el asesino nace o se hace (más bien, lo hace la sociedad), pues es evidente que la familia y la sociedad fueron extremadamente injustas con esta chica (y su amante) pero también que acabó cometiendo terribles e injustificados crímenes. Lo mejor es la premiada interpretación de una poco reconocible Charlize Theron, que transmite tan perfectamente el dolor como los destellos de esperanza de la protagonista.
Duro drama basado en hechos reales.
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