Película de 2003 dirigida por Quentin Tarantino. Una joven embarazada es atacada el día de su boda por varios asesinos, quienes matan a todos los invitados y hieren de forma considerable a la chica. Al cabo de varios años se recupera totalmente y decide vengarse de todos y cada uno de los criminales, sobre todo de su cabecilla, Bill. Las dos primeras son una mujer de color que aparenta llevar una vida normal y una asiática-americana que lidera la mafia japonesa.
Cuarta película del "chico gamberro de Hollywood" que, como es habitual, también se hace cargo del guión. Es todo un homenaje a las películas de artes marciales y, especialmente, a Bruce Lee y su inolvidable mono amarillo con raya negra. Mantiene algunas de las características frecuentes en sus cintas (el derroche de sangre, la estupenda selección de música y uso en las escenas, etc.) pero, lamentablemente, no luce otras (la profundidad de los personajes y los largos diálogos). Es muy entretenida y seguro que encantará a los aficionados al género ya que está repleta de acción y toda la trama se basa en la venganza de la "buena" contra los "malos". Destaca la actuación de la protagonista absoluta, una estupenda Uma Thurman, y la dirección de Tarantino que nos deja escenas magníficas y donde demuestra su habilidad de composición estética, acción y sonido. Hasta ahora el director había asombrado por la estructura de narración que usaba, sus montajes y los espléndidos guiones, pero en esta ocasión nos trae una historia básicamente visual.
Buena cinta de artes marciales.
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