Película de 1997 dirigida por Michael Cohn. Una niña se cría con su padre, el señor feudal de la zona, ya que su madre murió en el parto. Cuando es aún pequeña, el padre se vuelve a casar con una mujer con la que nunca llega a empatizar. Siendo una adolescente, la madrastra intenta matarla pero la joven consigue huir y acaba con unos rudos mineros, pero la malvada mujer seguirá persiguiéndola hasta darle muerte.
Otra versión del conocido cuento de los hermanos Grimm en esta ocasión dirigida a un público adulto y dentro del género de terror. Realmente tiene poco de esto último salvo algunos sustos y algunas escenas un tanto barrocas que pretenden dar miedo pero de forma totalmente fallida. No aporta nada de valor a la historia ya conocida por todos, ni crea el más mínimo suspense o ambiente de terror. También se nota que los medios disponibles para Cohn son escasos al tratarse de un producto para la televisión, aunque cuenta con actores reconocidos como Sigourney Weaver y Sam Neill. Salvo la interpretación de la primera nada vale la pena.
Mala.
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