Película de 1962 dirigida por John Frankenheimer. Tras volver a los EE.UU. de las guerra de Corea, varios soldados de un mismo grupo tienen pesadillas recurrentes similares en los que uno de ellos mata fríamente a otros. Precisamente se trata del que todos consideran héroe por haberlos salvados y por lo que fue condecorado con los más altos honores. Uno de ellos comienza a investigar el asunto con ayuda del propio ejército.
Primera y mejor adaptación de la novela homónima (en su título original) de Richard Condon y que lo hace con bastante fidelidad. Es una buena película situada en plena guerra fría y que versa sobre el control mental que se intentaba conseguir en ambos bandos, rayando un poco en lo paranoico (especialmente para el público americano de la época con la caza de brujas que había). Frankenheimer se luce en el apartado más técnico con los planos que utiliza, los movimientos de cámara, la profundidad de campo que utiliza, el montaje (como las escenas sobre la demostración de la hipnosis), etc. La historia es inverosímil y tiene sus inconsistencias (en lo psíquico y en las relaciones sentimentales "espontáneas") pero la tensión y el drama funcionan durante todo su metraje. Sabe transmitir con habilidad los tormentos y manipulaciones de los diferentes personajes, que es la clave de la historia. Excelente fotografía de Lionel Lindon.
Muy bien hecha aunque con inconsistencias en el argumento.
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