Película de 2000 dirigida por Ang Lee. Un famoso monje y experto en artes marciales decide que debe dejar de luchar y regalar su centenaria espada a su mejor amigo, un duque. Pero la espada es robada enseguida justo cuando el gobernador visita la ciudad y el luchador investiga porque cree que es un complot para implicar al gobernador y enfrentarlo al duque. Pronto descubrirá que está involucrada su mayor enemiga y a la que nunca dio caza, asesina de su maestro.
Lee sorprendió en su regreso a una producción China con una película épica y romántica de artes marciales. Tiene como telón de fondo una bonita historia de amor (principalmente, aunque en realidad son dos) y la investigación del robo de una famosa espada centenaria. Lo más llamativo es el estilo y coreografía de las batallas donde Lee prefiere "romper" con la ley de la gravedad para hacer espectaculares y preciosos combates y persecuciones. No es la primera vez que se hace pero seguramente es la más bella y con mejor calidad, a pesar de los puristas del cine de artes marciales. El director cuida al detalle la realización y aprovecha la calidad de las excelentes fotografía, dirección artística, vestuario y banda sonora para dejar al espectador maravillado. Además, cuenta una bonita historia y lo hace con sensibilidad, con la habilidad de combinarla con la acción de las luchas. El reparto funciona muy bien con el fantástico Chow Yun-Fat acompañado de Michelle Yeoh y Ziyi Zhang. El resultado es una película romántica de gran belleza y calidad.
Gran película.
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