Película de 2010 dirigida por Joe Johnston. En los alrededores de un pequeño pueblo inglés aparece un cadáver mutilado y todos especulan con el monstruo que lo ha hecho. El hermano vuelve a la zona para intentar averiguar lo que ha sucedido y es testigo de otros ataques. Pero él mismo es atacado y ve con horror que en las noches de luna llena se convierte en hombre lobo y no es capaz de controlar sus instintos.
Nueva adaptación del clásico de Siodmak sobre el mito del licántropo, en esta ocasión más gótica y con mejores efectos especiales que nunca. En la estética y estilo recuerda, además del toque romántico, a la fabulosa Drácula de Coppola aunque no puede acercarse en su calidad. No tiene una historia tan trabajada ni los personajes son tan interesantes, pues se confía que un buen apartado técnico, un atractivo reparto y el propio monstruo serán suficientes. Pero no lo son y consiguen que el resultado no vaya más allá del mero pasatiempo justito, pues habrá espectadores que ni siquiera la terminen. Destacan los efectos especiales, el maquillaje, el vestuario, etc., además de un exitoso reparto (aunque menos inspirado que en otras ocasiones) con Anthony Hopkins, Benicio Del Toro, Emily Blunt, Hugo Weaving, Max von Sydow,...Desde luego que con una historia más profunda e intensa, con un suspense o terror mejor creado, el resultado hubiera sido espectacular.
Cine palomitero.
