Película de 2017 dirigida por Denis Villeneuve. Tres décadas después, los replicantes han sido prácticamente eliminados y los que quedan están en búsqueda por una nueva generación de Blade Runner. Tras cazar al último, uno de estos cazadores empieza a preguntarse por una cosa que le dijo antes de eliminarlo y empieza a investigar un caso con un final insospechado.
Hace 35 que el gran Scott sorprendió a todo el mundo con una de las películas más interesantes y enigmáticas del género de ciencia ficción de todos los tiempos, siendo ahora Villeneuve el valiente de asumir el enorme reto de hacer una secuela y triunfando al no defraudar. Esto no quiere decir que esté a la altura de la predecesora pero sí que obtiene un resultado digno. Tiene una ambientación y estilo muy similar, igual que el ritmo y hasta cierto enigmatismo, sabiendo también cómo darle sentido a la continuación de la historia. Tiene una buena trama y es desarrollada con habilidad, contando también con unas actuaciones que están a muy buen nivel, destacando el trabajo de su protagonista, un sólido Ryan Gosling, junto a secundarios de garantía como Jared Leto o el propio Harrison Ford. Y aunque es mucho el mérito a reconocer del director y de todo el equipo responsable de la cinta, no se puede negar que la obra original es más carismática, más mágica y tiene una banda sonora incomparable. Por lo tanto, se trata de una buena película de ciencia ficción, de gran calidad y digna sucesora de una obra de culto, aunque le sobran algunos minutos y no alcanza el nivel de "gracia" de la original.
Bastante buena.
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