Película de 2016 dirigida por Patricia Riggen. Una familia vive feliz hasta que su hija mediana empieza a tener dolores de tripa muy grandes. Visitan varios médicos y cada uno da un diagnóstico distinto, por lo que su preocupación va en aumento. Finalmente descubren que se trata de una enfermedad incurable y sólo queda minimizar el dolor, así que van a ver al mayor especialista que está en Boston. Ante el sufrimiento de la niña su madre va perdiendo toda su fe.
Adaptación del libro homónimo de Christy Beam, madre de la niña que hace tres años experimentó lo que para muchos es un milagro y, para los demás, algo inexplicable. Es una historia sorprendente que conmueve tanto por la alegría como por la tristeza que se recogen y que, para los creyentes, da un testimonio de fe muy importante. Sin embargo Riggen da muestras de poca habilidad y talento intentando forzar torpemente una y otra vez esta increíble historia como un tema pedagógico de religión y de fe, pues el mensaje ya lo es suficientemente sin tener que esforzarse tanto. Esto hace que la cinta tenga la apariencia de un panfleto religioso excesivo e innecesario. Es una pena que ni el guión ni la dirección estén a la altura de la historia porque, de lo contrario, sería una gran película. Artísticamente destaca el trabajo de su protagonista, una intensa Jennifer Garner. Recomendable para ver en familia si se cree o se quiere comentar un tema así.
Bonita historia pero película algo floja.
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