Película de 2017 de Yorgos Lanthimos. Un cardiólogo vive un momento feliz tanto profesional como personalmente, felizmente casado y con dos hijos. También mantiene contacto y ayuda a un chico antiguo paciente suyo, cuyo padre murió recientemente por un fallo de corazón. Pero los hijos contraen una extraña enfermedad que no consiguen diagnosticar y que parece obligarles a tomar una complicada y dramática decisión.
Enigmático y magnético relato coescrito y dirigido por Lanthimos en el que destaca la atmósfera en la que se desarrolla. Tiene una buena historia y un elaborado guión que une el thriller con algo de ciencia ficción al estilo de tragedia griega. Salvando el punto de ciencia ficción, se trata de una cinta absorbente y estupendamente realizada, con buen guión aunque con algún momento poco acertado. Los personajes son carismáticos y ayudan a crear esa atmósfera enigmática clave en el desarrollo de la historia. Ese punto fantástico es el que elimina parte de la credibilidad y tensión, pero se puede pasar por alto. El reparto está encabezado por las estrellas Colin Farrell y Nicole Kidman, pero es el joven Barry Keoghan quien más destaca.
Buena
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