Película de 2018 dirigida por David Mackenzie. Tras acabar la revuelta liderada por William Wallace, el rey de Inglaterra vuelve a controlar Escocia. Todos los señores escoceses le juran lealtad, pero Robert Bruce decide romper su palabra tras la muerte de su padre y la ejecución de Wallace, aprovechando el malestar del pueblo que se genera por ello. Pero no cuenta con buena reputación y le costará convencer a otros para que se levanten contra los ingleses.
Producción de Netflix que, históricamente, viene a ser la continuación de la estupenda Braveheart. Mackenzie escribe y dirige este ejemplo de nuevo cine épico que es muy interesante para conocer la historia de Escocia de la época que popularizó la citada cinta, así como de alguno de sus personajes. Es algo irregular pues tiene algunas escenas que rompen la fluidez de la historia que cuenta (como algunas canciones y la escena innecesaria de sexo que hace subir la calificación a los 18 años, además de por la violencia). Por otro lado, se sigue muy bien el desarrollo a pesar de la cantidad de caracteres que aparecen y tiene alguna escena muy bien conseguida, como la batalla final y alguna otra. El reparto está encabezado por el conocido Chris Pine junto con otros actores menos famosos pero que funcionan bien. Las localizaciones son auténticamente maravillosas.
Buena
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