Película de 2019 dirigida por Andy Muschietti. Tras casi treinta años después de los trágicos y terroríficos sucesos vividos por un grupo de jóvenes en su pueblo natal, comienzan a producirse apariciones del temible payaso junto a nuevos crímenes. El único amigo que sigue residiendo allí decide llamarlos recordando el juramento de unirse para volver a luchar con él si es que regresaba algún día. Y lo ha hecho.
Tras el éxito comercial de la primera entrega era inevitable una secuela que siguiera recogiendo beneficios. Pero si la primera película era floja, ésta es mala a pesar de contar con algunos actores de primera fila. La historia basada en el regreso del payaso no tiene pies ni cabeza, y Muschietti pretende tirar de efectos especiales y seres terroríficos para tener enganchados a los fieles de la obra y asustarles. Sin embargo apenas llega a inquietar un poco pues el espectador no puede sentir empatía ante semejante sucesión de tonterías increíbles. Es difícil entender cómo se llegó a convencer a Jessica Chastain y James McAvoy para semejante proyecto, salvo por un suculento ingreso en sus cuentas corrientes.
Mala
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