Película de 2002 dirigida por Jim Gillespie. Un agente del FBI se convierte en la diana de un asesino en especie y acaba padeciendo una pérdida terrible. Ello le lleva a refugiarse en el alcohol durante un tiempo hasta que un compañero y amigo le inscriben en un centro de desintoxicación especializado en policías. Se trata de un centro peculiar prácticamente aislado por la nieve, ideal para desconectar del mundo. Pero no puede imaginar lo que le espera allí.
Thriller policial que fue un estrepitoso desastre de taquilla y que acabó por un hundir la ya en declive carrera de su protagonista, Sylvester Stallone. Tiene un arranque con fuerza (aunque un poco desigual) pero luego se mete en un largo trayecto anodino hasta que hacia el último cuarto recupera la tensión. Esa parte final es interesante aunque algo confusa, y es que Gillespie no acierta ni con ese desarrollo que pretende darle una vuelta al suspense psicológico ni con el desenlace porque confunde al espectador con los diferentes personajes en juego. Sin embargo sí funciona la tensión y el suspense en este tramo final. Entre los secundarios destaca la presencia de Tom Berenger.
Irregular.
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