Película de 2018 dirigida por Scott Mann. Un americano va a visitar a su sobrina en Londres y le lleva a un partido de fútbol de competición europea. Es militar y perdió a su hermano en una campaña en Afganistán, así que siente la necesidad de ayudar y proteger a la familia de éste. Pero coincide que un grupo terrorista ruso prepara un atrevido atentado en el estadio.
Thriller de acción al estilo de La jungla de cristal que creó, o al menos potenció, una especie de subgénero: el héroe solitario en medio de un atentado terrorista en un entorno cerrado y con rehenes. La trama no es del todo sólida pero tiene ritmo, buenas escenas de acción, algún detalle de humor, y todo lo necesario para hacer pasar un buen rato al espectador. Es muy entretenida, está bien realizada para el tipo de cine que es y gustará a los aficionados al cine de acción. El protagonista es Dave Bautista que va haciéndose un hueco en el género y que va mostrando su buen encaje. También se cuenta con algún veterano como Pierce Brosnan que le da un poco de más seriedad al relato.
Cine palomitero
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