Película de 1990 dirigida por Joel Coen. Estados Unidos en los años 20, un mafioso que controla una ciudad ve cómo una banda rival le empieza a retar. Y para colmo, su mano derecha se lía con su chica, de forma que pierde también este apoyo y no sabe en quién confiar. Mientras tanto, esa persona cercana parece querer ayudarle e intenta hacer las cosas a su manera, pero son demasiadas variables las que están en juego.
Los hermanos Coen se consolidaron como grandes cineastas con esta adaptación de la novela The glass key (y alguna otra) del maestro del género negro Dashiell Hammett. Sin embargo no funcionó debidamente en taquilla y el tiempo le ha ido poniendo en el lugar que merece. Es uno de los mejores ejemplos del cine negro de las últimas décadas, obra cumbre (o entre las mejores) de los Coen. Es una historia que tiene todos los componentes necesarios para atrapar: bandas rivales de mafiosos, mujer fatal, hombres de confianza que traicionan, matones... Y todo ello con la profundidad debida para darle credibilidad aunque a veces no sea fácil seguir los giros de la trama. Llaman la atención la estupenda fotografía de Barry Sonnenfeld y las actuaciones del magnífico grupo de intérpretes: Gabriel Byrne, John Turturro, Albert Finney, Marcia Gay Harden, Jon Polito... Todos hacen un gran trabajo pero los tres primeros bordan sus papeles. Además, el guión y dirección de los Coen están a un gran nivel, completando una película muy buena y dejando algunas escenas para el recuerdo.
Muy buena
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