Película de 2014 dirigida por Luis Estrada. El nuevo presidente de México está poco acertado en su encuentro con el embajador de los EE.UU. y decide crear una cortina de humo lanzando un escándalo sobre un gobernador. Éste para defenderse del daño de imagen, decide contratar a la cadena televisiva que lanzó el escándalo para recuperar valoración y hasta optar en el futuro por la presidencia.
Nueva cinta de Estrada en la que utiliza el humor negro para lanzar una dura crítica a la clase política mexicana y todos sus instrumentos. En este caso muestra el efectivo uso de cortinas de humo utilizando la televisión como medio para manipular a la sociedad y prestar atención a lo que se pretende y que pase desapercibido lo auténticamente real. Incluso exagera en algunos aspectos para hacer más ridícula la situación pero lo que subyace es la triste y brutal realidad. Podía haber entrado aún más en las manipulaciones que se traman hoy en día con el uso de medios sociales en paralelo, pero lo mantiene de forma simple sólo con la televisión. Cuenta una vez más con Damián Alcázar junto con un reparto bastante coral. El ritmo va decayendo al mantener esa simplicidad comentada, pudiendo haber estado mejor con el tono inicial.
Buena.
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