Película de 2022 dirigida por Tobias Lindholm. Una enfermera que trabaja en el turno de noche de la UCI de un hospital vive un momento muy complicado porque, además de ser madre soltera de dos pequeñas, tiene un problema de corazón que requiere cirugía pero hasta que no complete el año en el trabajo no tiene seguro médico para cubrirla. Afortunadamente empieza un nuevo compañero que empieza a darle soporte en todo. Lamentablemente, pocas semanas después la policía investiga la muerte de un paciente que ha levantado sospechas y hay algunos indicios que apuntan al nuevo enfermero, pero ella no lo cree.
Lindholm lleva a la gran pantalla la espantosa historia real de Charles Cullen, un asesino en serie de los EE.UU. de hace un par de décadas que cumple condena por matar a 40 personas al menos, aunque se sospecha que el número puede ascender a 400. Por lo tanto, se trata de una historia escalofriante que de por sí ya es un atractivo para verla. Cuenta con una buena pareja protagonista con Jessica Chastain y Eddie Redmayne, con actuaciones sólidas y creíbles. El guion se basa en la novela homónima de Charles Graeber y combina muy bien la intriga del caso que vive la protagonista con una denuncia al sistema de salud americano que facilita y hasta incentiva casos como éste en el que los hospitales se preocupan sólo de sus propias responsabilidades más directas (especialmente a lo que el dinero respecta) aunque ello implique no parar a un monstruo. Lindholm guarda un buen equilibrio y se esfuerza por tomar una posición neutra, a pesar de que ello le pueda restar intensidad dramática.
Buena
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