Película de 1997 dirigida por Roger Spottiswoode. Un magnate de los medios de comunicación ha conseguido crear un barco indetectable por los radares y lo quiere utilizar para provocar una guerra entre China y Reino Unido con el fin de promocionar su negocio. Tras una primera actuación hundiendo un barco de la armada británica, la agencia de inteligencia sospecha algo y manda a su mejor agente, James Bond, a investigarlo,
Segunda película de Pierce Brosnan como el agente 007 que mantiene el estilo de la anterior al tener mucha acción y frases de humor, y teniendo un malo a la altura con Jonathan Price. Sin embargo, tampoco consigue una chica Bond memorable ni una banda sonora que haya quedado en la memoria. La productora ficha en esta ocasión a un director de éxito con el objetivo de potenciar más la franquicia pero acabó con una recaudación inferior a la anterior. Es entretenida y con algunas escenas de acción espectaculares, además de algunas localizaciones muy buenas. Le falta suspense, que sea menos predecible, una chica con un papel más importante y que mejorar la ironía al no reducirlo a algunos chistes fáciles.
Cine palomitero
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