Película de 1963 dirigida por John Huston. Un hombre acude a un amigo jubilado que fue miembro del gobierno con una lista de personas en la que se incluye para que investigue su paradero. Pronto empieza a sospechar que algo ocurre pues no hay aparente conexión entre los mismos pero todos han muerto de accidentes casuales salvo su amigo, al menos de momento. El caso le absorbe y empezará a descubrir una trama difícil de creer.
Adaptación de la novela homónima de Philip MacDonald al estilo de la gran dama del misterio con una trama de intriga bastante interesante. Huston la respeta y le da una óptica con cierto sentido del humor al jugar con algunos actores "escondidos" en el reparto para lucir la habilidad de sus maquilladores. Tiene un arranque hábil sin diálogos y mostrando la crueldad del criminal de forma que atrapa enseguida al espectador. Luego el desarrollo funciona bien gracias al nivel que muestran todos los aspectos artísticos. Destaca el reparto con el protagonismo para un sólido George C. Scott que tiene frente a él nada menos que a Kirk Douglas. Participan con papeles cortos otras leyendas como Robert Mitchum, Burt Lancaster y Frank Sinatra con el juego de adivinar a quienes interpretan. En contra de lo habitual, el misterio no va sobre la identidad del asesino pues no tarda demasiado en revelarse sino hasta dónde llegará.
Buena
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