Película de 2006 dirigida por Tony Scott. Poco después del desastre del huracán Katrina la ciudad de Nueva Orleans sufre otra tragedia, una brutal explosión en un ferry que causa cientos de heridos. Enseguida las principales agencias de investigación ponen todos los medios para ver si es un accidente o un atentado, y pronto descubren que es lo segundo y comienza la búsqueda del terrorista. Para ello usan una nueva tecnología secreta que les permite ver con detalle lo que sucede cuatro días atrás.
Interesante y entretenido thriller policial que añade a la fórmula habitual del género el viaje en el tiempo (aunque a muy corto plazo y limitado), con la mano de Scott que asegura ritmo, acción y espectáculo. Y así es, desde el inicio con el brutal atentado atrapa al espectador y no lo suelta gracias al avance en la investigación y la intriga que va generando. La parte de ciencia ficción la intenta explicar de forma sencilla aunque, lógicamente, quedan lagunas imposibles de cubrir que pueden erosionar el interés por la trama si el espectador se agarra a ellas. Hacia el final los guionistas ponen toda la carne de su imaginación en el asador y roza (o llega) a lo excesivo, pero son licencias literarias. Cuenta con un protagonista de altura como Denzel Washington en un papel que le es muy familiar a estas alturas y con secundarios buenos como Val Kilmer, Jim Caviezel, Bruce Greenwood y Adam Goldberg.
Buena
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