Película de 1964 dirigida por Jules Dassin. Una banda de ladrones de
guante blanco planea asaltar el palacio de Topkapi en Estambul para robar la
daga que se expone con las tres mayores esmeraldas del mundo. Trazan un
cuidadoso plan y eligen prudentemente a los colaboradores para que todo salga a
la perfección, pero conforme avanza el plan van surgiendo complicaciones que les
obligan a readaptar su plan, incluso si hasta la propia policía turca les sigue
los talones.
Película de robos ingeniosos centrado en un famoso palacio
turco que, además de ser una perfecta excusa para un gran golpe, sirve de
escenario exótico para la acción. Ha envejecido mal porque la trama no se
desarrolla con la intensidad debida y se dedica mucho tiempo al entorno, así
como a mostrar que los protagonistas van “sobrados” más que a explicar el
porqué. Otro punto débil es que el
personaje femenino principal es una mujer fatal en el que no encaja la actriz elegida,
Melina Mercouri, demasiado mayor para el papel y que le quita mucha
credibilidad. Tampoco se explica bien el plan y se minimizan o ridiculizan las
medidas de seguridad y a los agentes. Por el contrario, tiene buenos momentos
como el del propio robo y ayuda tener actores de la talla de Peter Ustinov y Maximiliam Schell. Sin
duda que fue una fuente de inspiración para los creadores de la primera entrega
de Misión imposible de De Palma.
Entretenida aunque algo desfasada.
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