Película de 2000 dirigida por Stephen Frears. Un joven propietario de una tienda de discos de poco éxito es abandonado por su novia porque piensa que es un hombre triste y depresivo. Esto le hace pensar en las relaciones que ha tenido, las rupturas que ha sufrido desde que era un adolescente para intentar averiguar los motivos. Mientras tanto, no termina de superar esta última relación e intenta reconquistarla.
Adaptación de la novela homónima de Nick Hornby sobre un "antihéroe" treintañero que analiza sus fracasos amorosos. Es simpática y tiene mucho desparpajo por la forma que cuenta sus pensamientos y en la poca coherencia de su comportamiento. Recuerda bastante a las cintas de Woody Allen al tratar sobre las relaciones sentimentales, las reflexiones del protagonista preocupado principalmente por el sexo y por el estilo de hablar directamente a la cámara. Aunque tiene buenos momentos y el desarrollo de la historia y sus diálogos están a buen nivel, el guión no tiene la chispa ni el ingenio de Allen. Destacan la banda sonora con muchas piezas estupendas y el buen trabajo del protagonista, John Cusack. Frears tiene un gran mérito por hacer que estos frikis musicales nos parezcan absolutamente reales y nos recuerden a todos cómo grabábamos las cintas con nuestras canciones favoritas.
Simpática comedia de treintañeros.
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