Película de 1994 dirigida por Andrew Scheinman. Un niño de 11 años gran aficionado al béisbol suele disfrutar de este deporte jugando con sus amigos y viendo los partidos en directo con su abuelo, propietario del equipo de la ciudad. Lamentablemente muere de forma repentina y le deja en herencia el equipo, aunque vive una mala racha. Dado que tampoco le gusta los métodos del entrenador, decide echarlo y ocupar su lugar. Aunque al principio se encuentra con la sorpresa y hasta oposición de casi todo el mundo, poco a poco se gana la confianza de jugadores y aficionados. Pero también la presión le va haciendo mella en su carácter.
Cinta familiar sobre un niño que se convierte en el entrenador de un equipo profesional de béisbol. Se habla mucho sobre este deporte, sus técnicas, jugadas, etc., por lo que seguro que sus aficionados la disfrutarán mucho. Los que no lo conocen no podrán sacar provecho o entender algunos aspectos del mismo pero no afecta a la historia. Va de menos a más, empezando de una forma algo lenta y sosa pero luego coge un ritmo mejor y tiene momentos divertidos. Además, contiene varias moralejas que transmiten valores positivos. A pesar de ser una película infantil y que toda la familia puede disfrutar, incluye una escena totalmente innecesaria e inapropiada cuando el niño protagonista elige en el hotel una película porno mostrando algunas escenas de la misma (las iniciales que, sin ser las más explícitas, se ven unas enfermeras desnudándose). Es una pena porque, sin esa escena, es una película muy entretenida para disfrutar en familia. Cuenta con la colaboración del gran Jason Robards.
Bonita y entretenida.
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