sábado, 3 de septiembre de 2016
Camino a la perdición
Película de 2002 dirigida por Sam Mendes. Michael Sullivan trabaja como matón para el gángster que controla la ciudad, el cual se dedica principalmente a la venta de alcohol durante la ley seca. Por otro lado, es buen padre de familia y está unido a sus dos hijos y esposa. Los hijos, lógicamente, no saben a lo que se dedica su padre así que el mayor decide esconderse en el coche para verlo trabajar sin imaginar las consecuencias que tendrá su acción.
Adaptación de la novela gráfica homónima de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner sobre un gángster que se ve en una trágica encrucijada. Mendes rueda una gran cinta de cine negro, género poco prodigado en las últimas décadas, que recuerda a algunos grandes clásicos del mismo. Tiene una historia de gran fuerza y está bien desarrollada gracias al guión de David Self, tratando a los personajes como los profundos pilares sobre la que construirla. Visualmente es de gran belleza, desde la dirección artística a la fotografía, pasando por el vestuario, maquillaje, etc., haciendo posible recrear magníficamente la época y retratarla con gran calidad (el director de fotografía es Conrad L. Hall que murió poco después de acabarla y a quien dedicaron la película). Además, cuenta con un estupendo reparto en el que sobresale el legendario Paul Newman con un buen papel secundario, dejando el papel protagonista a un buen Tom Hanks. Les acompañan Daniel Craig, Jude Law, Stanley Tucci, Jeniffer Jason Leigh,... Técnicamente es excepcional y tiene un lirismo que trasciende la pantalla.
Muy buena.
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