Película de 2016 dirigida por Kenneth Lonergan. Un hombre seco de carácter y solitario recibe la noticia de la muerte de su hermano que vivía aún en la ciudad donde se criaron, Manchester. Se dirige allí y se encuentra con la noticia de que le ha dejado la tutela de su sobrino de 16 años. Todo ello le hace recordar lo vivido unos años atrás cuando estaba felizmente casado y con hijos hasta que lo perdió todo.
Lonergan escribe y dirige un sobrio drama alrededor de la tragedia que vive un hombre y que le hace recordar una aún mayor. La historia es muy triste y se hace más real a cada paso que da, haciendo que el espectador vaya comprendiendo y hasta compadeciendo al protagonista, inicialmente muy incomprendido. El estilo que imprime Lonergan acentúa la tristeza de todo ello y va emocionando cada vez más lo que cuenta. Además del buen guión y la espartana dirección, destacan las interpretaciones de todo el equipo de actores, sobresaliendo la ya premiada de Casey Affleck porque hace que la melancolía y depresión de su papel sean totalmente creíbles. Una película bella, conmovedora y que muestra una parte de la vida muy cruda.
Muy buena.
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