Película de 2011 dirigida por Bibo Bergeron. París sufre unas inundaciones tremendas y un par de amigos entran en el laboratorio de un científico para llevarle un pedido. Uno de ellos se pone a jugar con algunos líquidos tipo elixires cuando se produce un accidente. De allí sale un ser extraño y amenazador que pronto será visto en otras partes de la ciudad, cogiendo notoriedad y siendo calificado como el monstruo de París. El alcalde ve una oportunidad para hacerse el héroe salvador de la ciudad y garantizarse el puesto, así que se obsesiona con acabar con él. Pero una joven descubre que realmente cómo es.
Fantástica cinta de animación francesa recomendable para toda la familia. Los dibujos tienen una gran belleza y atesora una buena calidad técnica pero, lo mejor, es la historia que cuenta y cómo lo hace, pues combina humor, música, baile, aventuras y romance, y brilla en todos los aspectos. El propio Bergeron coescribe el guión y tiene la habilidad de unir esos géneros en uno haciendo que tanto niños como mayores disfruten de la película. Sólo tiene varios números musicales pero son espléndidos, con simpática coreografía y bellas canciones. Demuestra que la animación europea también está a buen nivel.
Divertida y muy buena.
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